viernes, 18 de octubre de 2013

Nota de Prensa.

LAS ONG ECOLOGISTAS DE CASTILLA Y LEÓN SOLICITAN LA PROTECCIÓN DE MONTE LA REINA Y SU INCLUSIÓN COMO MONTE DE UTILIDAD PÚBLICA O EN LA RED NATURA 2000.
 

     Asociación Zamorana de Ciencias Naturales (AZN), Asociación de Naturalistas Palentinos (ANPA), Fondo Refugio de las Hoces de Riaza, Asociación para la Conservación y Estudio del Lobo Ibérico (ASCEL), Plataforma Defensa de la Cordillera Cantábrica, Grupo Naturalista Ornitológico Alauda , Asociación para la Recuperación del Bosque Autóctono (Arba Valladolid), Grupo Local SEO- Burgos, Ecologistas en Acción Castilla y León, Salamanca Natural y la Asociación para la Conservación de la Naturaleza de Valladolid (ACENVA) han solicitado a la Junta de Castilla Y León la declaración y posterior inclusión del área forestal de Monte La Reina en la Red Natura 2000, en el Catálogo de montes de utilidad pública o en alguna de las figuras de especial protección de montes, que garanticen la conservación definitiva de este monte, favorezcan una gestión futura exenta de riesgos ambientales y aprovechen la potencialidad de este área para usos públicos y no privados.

     Monte La Reina es un área de enorme valor medioambiental que ocupa una superficie de unas 2.000 hectáreas y que está ubicada en el término municipal de Toro. En la actualidad pertenece a varios propietarios privados y al Ministerio de Defensa, que gestiona cerca de 1.150 hectáreas (la fracción más importante de esta masa forestal). Esta fracción se encuentra en una situación de incierto futuro tras el anuncio del Ministerio de Defensa de su subasta pública. De igual modo, algunas de las fincas de la zona sufren numerosos y gravísimos problemas de conservación. Por varios motivos y de forma global son necesarias las medidas urgentes y eficaces para proteger esta área.


1. Singularidad ambiental, generalidades.

     Monte la Reina representa uno de los escasos y también destacados bosques isla que todavía se conservan en el centro de la comunidad de Castilla y León; representa un escaso reducto de lo que fueron los extensos bosques de encinas y pinos que dominaron en otros tiempos gran parte de la meseta central y que han sobrevivido hasta nuestros días al desarrollo humano (en la zona principalmente inmobiliario y agrario).

     El valor del bosque de Monte La Reina se afianza ya que está rodeado por una amplia zona deforestada, por lo que representa un “bosque isla” que actúa como importante atractivo y reservorio para la biodiversidad del entorno.

     La masa forestal de Monte la Reina se ha conservado en condiciones óptimas hasta nuestros días a pesar del desarrollo agrícola de la zona y de las numerosas infraestructuras viarias cuyo trazado se acumula en el corredor de transportes entre Valladolid (Toro)-Zamora.

     Desde un punto de vista de externalidades ambientales esta mancha forestal es sin duda un importante “pulmón” forestal además de suponer un recurso con enormes potencialidades para los usos ecoturísticos, micológicos, cicloturísticos, etc.


2. Aspectos botánicos.

     Monte la Reina supone una importantísima y espesa mancha dominada por la encina (Quercus ilex), especie que alberga la mayor superficie forestal de la zona, acompañada principalmente por pino piñonero (Pinus pinea). Existen además algunos rodales de pino resinero (Pinus pinaster) y de quejigos (Quercus faginea), estos en un proceso de colonización en la zona. La comunidad arbustiva está dominada principalmente por la jara pringosa (Cistus ladanifer); la zona se enriquece ambientalmente con la presencia de piruétanos (Pyrus bourgeana), de majuelos (Crataegus monogyna) y de rosas (Rosa sp.).


3. Aspectos faunísticos.

     Monte la Reina y su entorno inmediato albergan cerca de 200 especies de vertebrados, muchas de ellas de enorme interés y protegidas por diferentes legislaciones regionales, nacionales o europeas y otras catalogadas de una u otra forma dependiendo de su categoría de conservación.

     De acuerdo con los datos recopilados por José Alfredo Hernández Rodríguez, de la Asociación Zamorana de Ciencias Naturales, en total se han citado 197 especies de vertebrados: 151 de aves (de ellas, 76 nidificantes seguras), 29 de mamíferos, 11 de reptiles y 6 de anfibios. De estas especies, 9 están clasificadas como Casi amenazadas y 4 como Vulnerables en los respectivos Libros Rojos.


4. Amenazas directas.

     De acuerdo con el anuncio del Ministerio de Defensa de poner a subasta los terrenos de la zona gestionada por dicha institución, unas 1200 hectáreas, y de acuerdo a la previsible adquisición de este monte por propietarios privados puede desembocar en numerosas alteraciones, similares a las que ya existen en las parcelas del entorno de la zona. En algunas fincas colindantes se manifiestan gravísimos problemas ambientales como las extensas talas de cientos de encinas para el desarrollo de extracciones de áridos o de la intensificación agrícola que está arañando diariamente terreno al encinar para potenciar los regadíos. El paisaje de Monte La Reina se está convirtiendo en un territorio verdaderamente desolado sin que las administraciones locales y regionales estén actuando para garantizar su protección.


5. Propuestas de conservación.

     A pesar de estas amenazas, Monte la Reina, no tiene asegurada actualmente su conservación a corto, medio o largo plazo. Monte la Reina no se encuentra en ninguna figura de protección regional, estatal o europea (como la Red Natura 2000) a pesar de que por ejemplo, contribuye indudablemente a la diversidad biológica, al mantenimiento de la fauna y de la flora y posee una especial significación de sus valores forestales.

miércoles, 16 de octubre de 2013

XII Congreso Ibérico de Aguiluchos

     El 11, 12 y 13 de octubre se ha celebrado en Cuacos de Yuste (Cáceres) el XII Congreso Ibérico de Aguiluchos, organizado por el GEA (Grupo Extremeño de Aguiluchos). SEO-Salamanca ha estado allí. Expusimos una ponencia titulada: "Presente y futuro de los aguiluchos en la provincia de Salamanca", donde expusimos nuestra experiencia con estas tres especies en estos últimos años.



     En el cartel están los enlaces en los que se puede ver el programa de ponencias, conferencias y mesas de debate. Como siempre muy interesante, tanto el trato con el personal, como saber qué y cómo están haciendo por ahí las Campañas y los Proyectos.

Imagen del móvil de una de las ponencias. Foto Manuel Lorenzo.

     SEO-Salamanca tuvimos un representante todo el fin de semana y otros dos sólo el sábado. Estamos ya esperando las actas y las conclusiones del congreso con los resúmenes de las ponencias para poder estudiarlos todos en mayor profundidad.

     Para terminar la foto de familia, aunque faltamos algunos, ahí queda para el recuerdo.

Foto Joâo Claro?

domingo, 13 de octubre de 2013

Día de las Aves 2013

     El primer fin de semana de octubre se celebra el Día Mundial de las Aves. Como todos los años en Salamanca los actos los organiza el Grupo Local SEO-Salamanca. Este año hemos contado con la colaboración de Salamanca Natural, el centro Lorenzo Milani e Iberia Bird, así como con la Junta de Castilla y León y el Ayuntamiento de Salamanca.

     El sábado por la mañana se organizaron dos actividades, una fue un paseo con el fotógrafo Mario Cea por la orilla del Tormes. Los asistentes pudieron disfrutar con la clase magistral de este estupendo fotógrafo de la naturaleza y aclarar todas las dudas que iban surgiendo.

     Al mismo tiempo, organizamos la primera jornada de puertas abiertas del CRF de Las Dunas, 52 personas pasaron por allí a lo largo de la mañana para conocer qué, cómo y dónde se recuperan las fauna herida en nuestra provincia. Un gran éxito de público que esperemos se repita pronto, para seguir informando al público de esas actividades.

Asistentes esperando el turno de poder entrar.

     El domingo por la mañana volvimos al Puente Romano como todos los años. Tuvimos una magnífica mañana que garantiza la presencia de gran cantidad de público. Tuvimos como es habitual: taller de anillamiento científico, talleres infantiles, paseos ornitológicos, mesas informativas y una suelta de dos ratoneros recuperados en Las Dunas.

Mesa informativa.


Taller de anillamiento.


José Luis sacando un pájaro de la red.


Talleres infantiles.

     Todo tubo gran aceptación, pero la suelta de dos ratoneros recuperados en el Centro de Las Dunas, junto con el taller de anillamiento fueron las actividades que más expectación levantaron.

Uno de los ratoneros recién liberado.


Texto: Miguel Blanco Sol.
Fotos: Miguel Blanco y Álvaro Blanco.

martes, 1 de octubre de 2013

Ave de Octubre: Aguililla calzada


     Llega el mes de octubre, entran el otoño y las lluvias. Las últimas especies estivales acaban de hacer las maletas para su largo viaje a través del Estrecho de Gibraltar hasta sus cuarteles subsaharianos. Una de ellas, el águila calzada, difícilmente podremos ya observarla hasta que rompa el bosque con sus reclamos y cortejos la próxima primavera. ¿Por qué entonces el águila calzada es el ave del mes de octubre? Permitidme volver atrás en el tiempo unos meses.

     El pasado Jueves Santo aproveché un rato en que la lluvia, que no el viento, amainaba para darme un paseo por los alrededores de Salamanca. La verdad, la tarde no animaba mucho a salir de casa, pero con todo y con ello, saqué el impermeable, los prismáticos y me puse a caminar. Al atardecer, escuché el bullicio propio de los reclamos territoriales del águila calzada. Había pasado muchas veces por ese sitio, ya que había censado las rapaces de la cuadrícula durante dos años y conocía su abundancia, por lo que no le preste más atención que la de ser la primera del año. Sin embargo, de vuelta al coche, mi sorpresa fue que había tres individuos enzarzados entre ellos, por lo que rápidamente saque el telescopio y pasé un buen rato observándolos. Durante los siguientes días, todas las tardes me acerqué por allí un rato y pude contemplar a placer, una vez expulsado el intruso, los vuelos territoriales, reclamos y todo el cortejo de una pareja.


     No volví a acercarme por la zona en un tiempo, hasta que a mediados de mayo fui a comprobar desde un lugar bastante alejado si tanto trajín había dado sus frutos. Cuando ya empezaba a pensar que la pareja había fracasado, el día 4 de junio puede observar una pequeña mancha blanca que se movía dentro del nido…y luego otra. Eran dos pollitos de unos diez días. Como podéis suponer, mi alegría fue enorme, así que una noche, construí un pequeño “hide” para poder observar los animales si causarles molestia alguna. Mi intención era seguir todo el tiempo posible el crecimiento de los pollos.


     Así, discretamente escondido, he pasado tardes y tardes viendo cebas, juegos, primeros saltos e intentos de vuelo, pudiendo comprobar casi a diario el crecimiento de mis amigos y de todo lo que sucedía alrededor: liebres, zorros, cigüeñas y buitres negros además de un sinfín de pajarillos.


     La tarde del 20 de julio entré, un poco antes de lo habitual, en mi escondite. Los pollos batían fuerte las alas y saltaban de rama en rama, pero aún no podían volar. Los últimos días los adultos se limitaban a dejar cualquier presa en el nido dejando que los pollos despedazaran las cebas y comieran solos, mientras se mantenían discretamente en la cercanía. El más pequeño se encontraba aleteando encima de una rama, cuando escuche un chasquido. Miré con mis prismáticos: unos metros más abajo, intentaba aferrarse a otra. Cerca de diez minutos estuvo desplomándose por el árbol sin lograr recuperar el equilibrio, quedando apenas a dos metros del suelo colgado boca abajo como si fuera un murciélago. No pudo aguantar más y acabó dándose de bruces con el prado.



     Observe cinco minutos al pollo y, al faltar poco para atardecer, salí de mi escondite para intentar agarrarlo y subirlo de nuevo. A buen seguro no sobreviviría a la noche de quedar allí, así que tras unas carreras lo atrapé. Intente por dos veces tirarlo lo más alto posible con la esperanza que se agarrara al árbol. El resultado fue siempre el mismo, puesto que estaba agotado y  terminaba midiendo el suelo. Al final, di un salto y lo dejé en una gran rama a unos dos metros tan sólo.

     Al amanecer estaba de nuevo allí, sin que se hubiera movido del lugar donde le solté. Tras un rato marché y volví por la tarde. El pollo no estaba en la rama, no habiendo tampoco rastro de él. Los siguientes días intensifiqué mis visitas, sospechaba que había resistido, pero no tenía la certeza, ya que sólo observaba un pollo que se movía constantemente de árbol en árbol. Pasaron así varios días, tenía casi perdida la esperanza de que hubiera sobrevivido, cuando una tarde de estío los dos pollos revoloteaban y jugaban alegremente. El mes de agosto estaba entrando.

     A la vuelta de las vacaciones volví a visitar la zona. Septiembre estaba avanzado, así que no tenía mucha esperanza de volver a verlos. Me equivoqué, hasta San Mateo prepararon su periplo migrador regalándome sus mejores acrobacias y planeos.



Ya queda menos para la primavera



Texto y fotos: Ángel González Mendoza.