martes, 5 de julio de 2016

Hacking de aguilucho

     En nuestro afán por seguir trabajando en favor de los aguiluchos ibéricos, en la campaña de este año hemos puesto en funcionamiento un hacking. Después de conseguir los permisos administrativos correspondientes, después de tener medio solucionado el problema de la financiación, ya lo tenemos operativo.
 
     El hacking, o crianza campestre es una técnica de liberación de pollos que se ha demostrado ser de las más eficaces con la que contamos en estos momentos. Se han probado distintos tipos, nosotros, por una serie de motivos nos hemos decantado por un cercado de malla, un pentágono de 3.5 mts de lado y 1,90 mts de altura, con tela de gallinero de 1 metro y de luz pequeña, para evitar la posible entrada de predadores como culebras o lagartos. Además le hemos puesto una malla de ocultación que le proporcionará sombra y  evitará que vean y sean vistos.
 
Colocando el vallado.
     Hemos puesto mucho empeño en evitar la posible entrada de predadores, anclando el vallado y cegando bien la luz de malla.
 
     Se ha instalado en una finca de un buen amigo, en ecosistema favorable, vallada por completo y vigilada.
 
     Se han retirado pollos que de otra forma sería imposible que en la naturaleza saliesen adelante.
 
Una vez terminado el trabajo, una sandía es un buen premio.
 
     Cuando llegaron los pollos, se han metido en el cercado, y poco a poco, evitando que nos vean, van creciendo, esperando que salgan adelante.
 
Pollos en el hacking.
    Somos conscientes que el mejor sitio para que un pollo de aguilucho se desarrolle es con sus padres y sus hermanos en su nido. Pero entre estar muerto y que vuelen, el hacking es un buen sucedaneo.