Ayer día 25 de Noviembre realizamos la visita que teníamos programada a la reserva de las Lagunas de Villafáfila, un humedal temporal y de carácter salino de la provincia de Zamora, cuya importancia para las aves acuáticas, especialmente en invierno representa uno de sus mayores atractivos.
A la salida de Salamanca nos despertamos con un lluvioso amanecer, que pronto daría paso a una espectacular jornada en la que el tiempo atmosférico facilitó la realización de las diversas partes de la actividad.
Con más de 50 personas, la primera parada en la reserva fue en la Laguna de Barillos, que actualmente aún se encuentra seca, a excepción de alguna zona en la que se ha acumulado algún pequeño charco. Nuestra parada aquí no era para ver especies acuáticas pues sabíamos de la situación que atraviesa dicha laguna, sino para buscar y observar especies esteparias, sin duda otro de los intereses ornitológicos más representativos de la zona. Tuvimos suerte y pudimos disfrutar de dos bandos de avutardas en los cultivos cercanos, además de un bando considerable de avefrías y algún milano real que nos sobrevoló. Especies que dieron pie a las primeras curiosidades y explicaciones al público que participaba en la visita.
Posteriormente y con el objetivo de contextualizar el entorno en el que nos encontrábamos, visitamos la Casa del Parque, dónde el personal del Centro de Interpretación explicó las características de la reserva, completadas con la proyección de un documental en la sala de audiovisuales. Posteriormente seguimos visitando el centro y después nos dividimos en dos grupos, para visitar las lagunas de la Casa del Parque y ampliar la posibilidad de observar más de cerca las diferentes especies. Cercetas comunes, porrones moñudos, tarro blanco, aguilucho lagunero, avefría europea, patos cuchara, grajilla, zampullín chico, zampullín cuellinegro, ánsar común y ánade real fueron algunas de las especies que pudimos observar.
Llegamos a la hora de la comida en el cercano municipio de Villafáfila y para finalizar el día habíamos programado la observación de la Salina Grande desde Otero de Sariegos. Cómo siempre, no defraudó. Miles de avefrías y chorlitos dorados nos recibieron a nuestra llegada en la zona menos profunda de la laguna, acompañados de cientos de ánades reales, cercetas comunes, patos cucharas, algún ánade silbón, avocetas, unos cincuenta tarros blancos, varios zarapitos reales, un buen número de grullas comunes y la estrella de la jornada, una barnacla cariblanca.
Esperamos hasta última hora para ser testigos de la entrada a la salina grande de los ánsares y grullas que permanecían aún alimentándose en los alrededores, y con la esperanza, que para algunos se cumplió, de poder observar una pareja de mochuelos europeos. La jornada no dio para más y volvimos para Salamanca. Estamos muy contentos con cómo se realizó la actividad y sobre todo con el interés mostrado por los participantes.
lunes, 26 de noviembre de 2018
lunes, 19 de noviembre de 2018
AVE DEL MES: NOVIEMBRE
Esta accipítrida es el ave europea de
mayor envergadura alar, superior a los 2,50 m, pudiendo raramente llegar
incluso a los 3. Su longitud viene siendo de un metro o poco más, y su peso
entre los 7 y 12 kg.
Ambos sexos son indistinguibles
externamente. Los juveniles se diferencian por su plumaje de un parduzco más
oscuro, casi negro, cabeza con plumón oscuro, pico negro y cera rosada (azulada
en los adultos). En vuelo se distingue del leonado por sus
alas más rectangulares y algo más caídas.
Es el único representante de su género y
no se reconocen subespecies.
Su distribución viene ocupando la parte
sur de la región Paleártica. Es sedentario en Europa y algo más migrador en las
poblaciones asiáticas.
Enlace a mapa de distribución: http://proyectomonachus.grefa.org/wp-content/uploads/2017/06/MAPA.png
Es una especie que en España está asociada
al monte mediterráneo, anidando generalmente en lo alto de grandes árboles
(aunque en Asia es más frecuente la anidación en roquedos), tanto pinos como quercíneas,
a altitudes de hasta 1.900 metros. Suele formar colonias poco apretadas (con
los nidos separados entre sí decenas o incluso algunos centenares de metros),
de las que puede alejarse fácilmente 50 o 100 km. en sus búsquedas de
alimentos. Tampoco faltan las parejas que anidan en solitario.
Es un prospector del terreno más
meticuloso que el buitre leonado, y más proclive a consumir pequeñas carroñas,
hasta el punto de que los cadáveres de conejos constituyen una parte importante
de su dieta, en la que a veces incluye reptiles
e insectos. De las carroñas grandes consume preferentemente las partes
más coriáceas, con tendencia a rechazar las vísceras y tejidos blandos,
aprovechados de preferencia por los buitres leonados.
Las parejas reutilizan el mismo nido año
tras año, añadiéndole cada vez algo de material. Lo construyen con palos
entrelazados y acolchado con pelo, lana y sus propias egagrópilas. El periodo
de celo se desarrolla a finales de otoño y en invierno; la puesta suele constar
de un único huevo, que ambos sexos incuban durante unos cincuenta y cinco días
en promedio; el polluelo permanece en el nido durante unos tres o cuatro meses.
Comienza a reproducirse generalmente a la
edad de cinco o seis años, aunque se han constatado casos a los cuatro; la
longevidad conocida en cautividad ha llegado a los 39 años.
La Lista Roja de la UICN le atribuye una
tendencia poblacional decreciente, con categoría de “casi amenazada” y una
población mundial estimada de 15.600 a 21.000 parejas. Por el contrario, en
España, al amparo del status legal de “vulnerable”, la tendencia es de clara
recuperación desde los pocos cientos de parejas en los años 70 (206 según censo
de 1973, probablemente bastante incompleto), hasta las más de 2000 en la
actualidad.
Entre las principales amenazas destaca
actualmente la intoxicación en sus múltiples formas, tanto por envenenamientos
delictivos como por ingestión de carroña afectada por pesticidas, contaminación
química difusa, medicamentos de uso veterinario o plumbismo.
La alteración de hábitats, molestias a las
colonias reproductoras por actividades forestales o lúdicas y la electrocución
o colisión con tendidos eléctricos son otras de sus principales amenazas.
Mención especial merece el uso en
veterinaria como antiinflamatorio del diclofenaco, de alta toxicidad para los
buitres, que debe considerarse incompatible con la entrada en la cadena trófica
del ganado tratado recientemente. El uso
veterinario de esta sustancia tuvo que ser prohibido en la India, Nepal y Pakistán
en 2006 tras acabar en 15 o 16 años con el 97% de la población indostaní de
tres especies de buitres, debido en buena parte a su uso abusivo con fines
paliativos en ganado vacuno moribundo, a causa de las normas religiosas que
prohíben su sacrificio.
lunes, 15 de octubre de 2018
AVE DEL MES: OCTUBRE
Nuestra
progatonista de este mes es un taxón de muy amplia distribución mundial y gran
número de subespecies (algunos reconocen 29, otros hasta 48), estando presente
en todos los continentes, excepto la Antártida, si es que no acaban
desmembrándolo en varias especies, que por lo visto no faltan los que andan con
ganas.Enlace
a mapa de distribución: https://es.wikipedia.org/wiki/Tyto_alba#/media/File:Schleiereule-Tyto_alba-World.png
Su
denominación es Tyto alba (Scopoli
1769); con el nombre del autor y la fecha entre paréntesis, lo que significa
que describió la especie pero dentro de otro género, en concreto Strix. El género Tyto fue creado por Billberg en1828.Es la
lechuza común el único representante por estas latitudes de la familia de
Tytonidae, que básicamente se diferencia por sus patas largas y su disco facial
único y en forma de corazón, de la otra familia del orden de los Strigiformes (la
de los Strigidae, que incluye búhos, cárabos, autillos y mochuelos).Alcanza
una longitud de 30 o 40 cm, con envergadura de unos 90, y medio kg de peso o
poco menos.En
nuestra Península nos encontramos como sedentaria la subespecie Tyto alba alba, de partes inferiores
blancas, a la que se añade un importante contingente invernante de la más
norteña subespecie T. a. guttata, de
zonas ventrales marronuzcas y moteadas. En las zonas de contacto de las áreas
de cría (Bélgica, E de Francia, W de Alemania, incluso el norte de España) no
es nada raro el mestizaje de ambas subespecies, encontrándose toda suerte de
coloraciones intermedias.
Su
dieta es de las más estudiadas y mejor conocidas, si no la que más, de toda la
ornitofauna mundial, debido a la facilidad de recogida de sus egagrópilas,
propiciada por su antropofilia, y al buen estado de conservación de las partes
identificables de sus presas, extremo éste común a los estrigiformes pero no a
otras especies de rapaces. Tales partes identificables son básicamente la parte
delantera de los cráneos y la dentición; los occipucios aparecen
sistemáticamente destrozados debido a que es allí donde la lechuza clava su
pico al matar a la presa. Resultan las egagrópilas de lechuza fácilmente
distinguibles (antes de empezar a deteriorarse) por estar recubiertas de una
especie de cascarilla lustrosa y negruzca que no aparece en las de búhos y
cárabos.La
alimentación resulta muy variable dependiendo de las condiciones ecológicas,
pero podemos afirmar que en la población europea se fundamenta al 90% o más en
micromamíferos, fundamentalmente en ratones, topillos y musarañas; puediendo
aparecer en menor cantidad ratas, avecillas, murciélagos, gazapos, lagartijas
ranas o alguna que otra comadreja. En las poblaciones tropicales disminuye la
proporción de micromamíferos.En
caso de plaga de una determinada presa, como sucede en las zonas cerealistas de
Castilla y León con el topillo campesino (Microtus
arvalis), puede convertirse de forma temporal en casi el 100% de la dieta.
Conviene indicar aquí la inconveniencia del uso de rodenticidas para eliminar
este tipo de plagas, en cuanto que envenenan a las lechuzas y demás
depredadores, dejando la puerta abierta a mayores y más frecuentes explosiones
demográficas de los roedores, en ausencia de sus depredadores, de recuperación
demográfica infinitamente más lenta.
Su dieta es de las más estudiadas y mejor conocidas, si no la que más, de toda la ornitofauna mundial, debido a la facilidad de recogida de sus egagrópilas, propiciada por su antropofilia, y al buen estado de conservación de las partes identificables de sus presas, extremo éste común a los estrigiformes pero no a otras especies de rapaces. Tales partes identificables son básicamente la parte delantera de los cráneos y la dentición; los occipucios aparecen sistemáticamente destrozados debido a que es allí donde la lechuza clava su pico al matar a la presa. Resultan las egagrópilas de lechuza fácilmente distinguibles (antes de empezar a deteriorarse) por estar recubiertas de una especie de cascarilla lustrosa y negruzca que no aparece en las de búhos y cárabos.La alimentación resulta muy variable dependiendo de las condiciones ecológicas, pero podemos afirmar que en la población europea se fundamenta al 90% o más en micromamíferos, fundamentalmente en ratones, topillos y musarañas; puediendo aparecer en menor cantidad ratas, avecillas, murciélagos, gazapos, lagartijas ranas o alguna que otra comadreja. En las poblaciones tropicales disminuye la proporción de micromamíferos.En caso de plaga de una determinada presa, como sucede en las zonas cerealistas de Castilla y León con el topillo campesino (Microtus arvalis), puede convertirse de forma temporal en casi el 100% de la dieta. Conviene indicar aquí la inconveniencia del uso de rodenticidas para eliminar este tipo de plagas, en cuanto que envenenan a las lechuzas y demás depredadores, dejando la puerta abierta a mayores y más frecuentes explosiones demográficas de los roedores, en ausencia de sus depredadores, de recuperación demográfica infinitamente más lenta.
Cazan las lechuzas casi exclusivamente de noche, al parecer con dos periodos de actividad y uno de descanso entre ellos, y lo hacen tanto desde posaderos como prospectando el terreno en vuelo a baja altura (entre 1 y 4 metros), convirtiéndose así en carne de cañón ante los atropellos por automóviles y trenes. El vuelo es batido, y totalmente silencioso gracias al desflecamiento de los bordes de las plumas. Localiza a sus presas mayormente de oído, actuando el disco facial a guisa de antena parabólica, recogiendo el sonido y conduciéndolo hacia los oídos.
La reproducción de la lechuza se basa en un sistema de monogamia permanente, con emparejamientos vitalicios; los adultos, una vez establecidos tras la dispersión juvenil, son fieles a sus lugares de anidación (si es que se puede llamar anidación a depositar los huevos sin más aporte de material que las propias egagrópilas previamente regurgitadas en el refugio), y fuertemente sedentarios a menos que los rigores climáticos lo impidan, puesto que tiene escasa capacidad de acumular reservas de grasas y la innivación prolongada le resulta muy limitante.
La
puesta suele ser de entre 4 y 7 huevos, que empieza a incubar desde que pone el
primero, durante algo más de treinta días. Puede sacar una segunda pollada en
años de abundancia. Incuba únicamente la hembra, mientras el macho se dedica a
suministrarle alimento. Los pollos salen ya del refugio con un mes y medio o
dos, antes de poder volar. Con tres meses de edad se dispersan, y pueden empezar
a criar con un año o dos.La
lechuza común está sufriendo en Europa un considerable declive poblacional en
las últimas décadas, debido a la escasez de refugios por el cerramiento de
campanarios, desvanes y graneros, así como al envenenamiento, los tendidos
eléctricos y los atropellos.No
obstante, su status global aún se considera “least concern” (preocupación
menor) por la Lista Roja de la UICN.
La
legislación española incluye en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de
Protección Especial, sin catalogación de amenazada, a la subespecie T. a. alba, y catalogada como
“vulnerable” a la subespecie T. a.
gracilirostris, la lechuza majorera, propia de Lanzarote, Fuerteventura e
islotes próximos y de partes ventrales amarillentas. En las islas Canarias
occidentales, por el contrario, está presente la subespecie nominal.
sábado, 15 de septiembre de 2018
ACTIVIDADES DÍA DE LAS AVES 2018
Como ya es costumbre, el primer fin de semana de Octubre se celebra el Día Mundial de las Aves. Desde el Grupo Local SEO-Salamanca y Salamanca Natural, hemos organizado el siguiente programa de actividades abiertas al público, relacionadas con el mundo de las aves. Éstas pretenden dar a conocer la naturaleza, poner de manifiesto sus múltiples amenazas de conservación y también conmemorar esta fiesta anual.
Cartel de la presente edición. Autor: Torcuato Cortés
Podéis consultar el programa de actividades a continuación, si bien dos de las actividades programadas aún están pendientes de confirmarse.
Con el propósito de innovar, hemos querido sumar algunas actividades distintas a las ya habituales. Incluimos en esta edición un mayor número de paseos ornitológicos guiados o un taller de dibujo de naturaleza. Además y aunque no se realice en las fechas conmemorativas, estamos organizando una excursión ornitológica a las lagunas de Villafáfila que se realizará el domingo 25 de Noviembre, cuya inscripción estará disponible también en el Día de las Aves.
Todo aquel que se quiera inscribir en la excursión será necesario efectuar el pago a la cuenta bancaria que aparece en el cartel, mandando a su vez el comprobante de pago, nombre y apellidos y dni al correo seosalamanca@gmail.com antes del 5 de Noviembre.
Por último, os invitamos a pasar unas agradables jornadas participando en las actividades y conociendo más de cerca a las aves y la naturaleza, ¡os esperamos!
lunes, 13 de agosto de 2018
AVE DEL MES: Chotacabras Gris
Es el chotacabras gris o europeo una avecilla de
tamaño parecido al del mirlo, 25 a 28 cm de longitud y no más de 100 gramos, estival
abundante en España pero difícilmente
visto y más fácilmente localizable por su canto.
Por si no fueran suficientes dotes de ocultación su
plumaje críptico y sus hábitos nocturnos y crepusculares, tiene la costumbre de
posarse en las ramas longitudinalmente a las mismas, haciendo prácticamente
imposible localizarlo, de no ser que casi nos tropecemos con él en el suelo, o
acuda al festín de insectos nocturnos atraídos por alguna farola.
En efecto, se alimenta de insectos que captura al
vuelo, abriendo para ello una enorme bocaza en forma de embudo, ampliado por
las vibrisas que salen de las comisuras.
Localiza a sus presas por la vista, ya que al parecer
carece de cualquier sistema de ecolocación o de detección acústica más o menos
especializada; al igual que los gatos y muchos otros mamíferos noctívagos,
dispone en su retina de una capa de células reflectantes denominada tapetum lucidum que, además de reflejar
fantasmagóricamente la luz de los focos, tiene la virtud de aumentar la
probabilidad de que lleguen a las células sensitivas los fotones que no las
hayan alcanzado directamente. Como es de ley en los animales nocturnos,
presenta muchas células bastón en la retina (eficientes en la captación de
luz), en detrimento de los conos (especializados en la visión del color).
Se dice que ingiere piedrecillas para ayudarse en la
digestión de los insectos. Se ha citado coprofagia en los polluelos.
Puede distinguirse el macho adulto de la hembra y los
jóvenes del año por tener el macho manchas blancas en tres primarias de cada
ala y en el extremo de las cuatro rémiges externas.
Su área de cría se extiende por Europa y norte de
África, y Asia llegando por el este hasta Mongolia. En nuestro país puede verse
(es un decir) entre abril y octubre; inverna en el África subsahariana (se ha
citado también invernada en Marruecos, Pakistán e Israel).
Es un animal monógamo y territorial; se cree que los
machos suelen llegar a sus zonas de cría un par de semanas antes que las
hembras para ir tomando posesión del territorio.
Sus zonas de cría y campeo abarcan una variedad muy
amplia, si bien parece rechazar los bosques cerrados, que dificultan sus
maniobras de caza, y las zonas totalmente desprovistas de árboles o arbustos,
así como la alta montaña.
Puede sacar una o dos puestas al año, cada una de
solamente uno o dos huevos, puestos con diferencia de un par de días; se
depositan en el suelo, sin construcción de nido, y suelen tener un moteado
grisáceo o parduzco que contribuye a camuflarlos entre la broza. Ambos sexos
participan en la incubación, que dura unos 17 o 18 días, y los polluelos tardan
otro tanto en echar a volar. Son nidícolas, y nacen cubiertos de plumón ya de
coloración críptica.
Sobre esta especie pesa la secular superstición que le
acusa de mamar de las cabras y ovejas, posiblemente propiciada por su costumbre
de frecuentar los apriscos en busca de insectos, el tamaño de su boca, y la
dificultad sociológica –hasta la aparición de la luz eléctrica- de suponer
ninguna buena intención a nada que se moviera por la noche. De tal infundio
proceden tanto el nombre científico (del latín mulgeo – mulgere = ordeñar) como el vernáculo, si bien aquí cabe la
duda de si el verbo “chotar” (mamar) y el sustativo “choto”, se originan del
latín sugere – suctum como afirman
algunos, o tienen, como supone el diccionario de la RAE, origen onomatopéyico
del sonido que hacen los chotos al mamar.
Detalle del ala de un chotacabras gris capturado durante una jornada de anillamiento científico.
Entre sus principales amenazas parecen estar la
disminución de insectos y contaminación con insecticidas, la destrucción de su
hábitat, molestias y atropellos.
La Lista Roja de la UICN lo clasifica como “least
concern” (preocupación menor), aunque reconoce la existencia de disminución
poblacional, no suficiente por el momento para trasladarlo a la categoría de
vulnerable. Esta organización estima la población mundial entre 3.100.000 y
5.500.000 adultos, el 40% aproximadamente nidificantes en Europa. Está incluido
en el Listado Español de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial,
sin catalogación de amenaza.
lunes, 23 de julio de 2018
La Campaña Aguiluchos toca a su fin
Una señal inequívoca en los campos de cereal, nos advierte de que el final de la campaña de este año está cerca. Las cosechadoras, dejando su enorme rastro en los trigales, son cada vez más frecuentes en el horizonte. Tras ellas, decenas de cigüeñas blancas se dan un festín de insectos y roedores, pero también de los nidos (con huevos o con pollos) que las cuchillas de estas máquinas siegan al recoger el cereal.
Empiezan las prisas al recibir los avisos de cosecha por parte de los agricultores, en parcelas dónde hemos localizado nidos. Es urgente llegar a tiempo para colocar el cercado metálico alrededor del nido, que permitirá salvaguardar a tan preciada prole. Unos pollos de aguilucho, que en el caso del Aguilucho cenizo, la especie con mayor grado de catalogación, volarán pronto hacia sus cuarteles de invernada en África.
Por supuesto, sin el entendimiento con los propietarios de las parcelas, la conservación de los nidos y pollos sería mucho más compleja. Es precisamente el dar a conocer la importancia de conservar a estas aves rapaces, lo que nos ha llevado este año a intentar hacer un mayor esfuerzo de difusión mediante redes sociales. Tanto es así, que en las últimas semanas hemos tenido el placer de que hayan realizado dos reportajes sobre este proyecto y que además hayamos contado con la visita de todo un experto en la materia como es Simon Lee, de Natural England.
Simon Lee durante el anillamiento científico de pollos.
Podéis ver el reportaje que nos hicieron ese día para el programa Tu tiempo de Antonio Brasero, en Antena 3, en el siguiente enlace:
Más cercano en el tiempo, hemos podido disfrutar del reportaje que nos ha grabado nuestro amigo Alberto. Conocedor y colaborador de este proyecto durante los primeros años del mismo, no ha dudado ni un instante, cuándo desde el Grupo local le propusimos si le parecería interesante grabar la labor que realizamos en el marco de la Campaña Aguiluchos. Con mucho esfuerzo por su parte y mucho trabajo de edición, ha preparado un reportaje excepcional del proyecto y cómo suele hacer, también ha querido incluir esos toques de humor que caracterizan a sus vídeos. Vídeos, curiosidades, conocimientos y reportajes que son una parte indispensable de su interesante canal de Youtube, Aventuras Barbudas y que centran especial atención en dar a conocer al público la naturaleza y su conservación.
Podéis ver el reportaje en el siguiente enlace:
Interesantes jornadas que hemos completado con la colocación de cercados metálicos y el anillamiento científico de individuos juveniles.
El duro trabajo de campo toca a su fin, pues la inmensa mayoría de parcelas ya están cosechadas y los pollos de los nidos localizados también han completado prácticamente su desarrollo. Únicamente queda recoger aquellos cercados metálicos que hemos dejado más tiempo para curarnos en salud. Sin embargo, aún queda mucho trabajo de recogida y tratamiento de datos, elaboración de informes y la preparación y envío de las recompensas a todos aquellos que habéis colaborado en el proyecto, aspecto éste que ya hemos empezado hace algunas semanas. También por supuesto, aún falta depurar los errores cometidos esta temporada, con el objetivo de seguir mejorando en las siguientes.
Todo el esfuerzo realizado a lo largo de los últimos meses es poco, cuándo conseguimos observar escenas como la siguiente imagen, ver volar por fin a los pollos.
Aguilucho cenizo juvenil con marcas alares.
miércoles, 18 de julio de 2018
Ave del Mes: Golondrina daúrica
Este hirundínido es del tamaño y
hechuras parecidos a los de su pariente la golondrina común; en vuelo, los tonos claros del obispillo y movimientos más
reposados y circulares le dan un aspecto en cierto modo intermedio entre la
golondrina común y el avión común.
Presenta escaso dimorfismo sexual
(rectrices externas un poco más largas en los machos). Los juveniles tampoco
son muy diferentes; presentan plumaje más apagado, las partes claras más
pálidas y las rectrices de la cola más cortas.
Se trata de una especie que ha venido
extendiéndose hacia el norte poco a poco desde hace aproximadamente un siglo;
al parecer, su primera cita en España fue en 1921 en la provincia de Cádiz, y
su primera nidificación detectada en
Francia data de 1965.
Podemos ver a este pajarillo en nuestras
latitudes entre marzo y septiembre, con mayor abundancia en el cuadrante
suroccidental de la Península; al parecer la población europea inverna en
ecosistemas sabanoides africanos alrededor del trópico de Cáncer. En la zona
sur de su área de distribución es sedentaria. La podemos encontrar en África y
el sur de Eurasia, desde la Península Ibérica hasta Japón
Suele adosar su nido al techo de cuevas
o extraplomos naturales, o bien a puentes y otras construcciones humanas. La
construcción es muy característica, una cámara globosa con un túnel de acceso,
todo ello construido de barro con algún material herbáceo de refuerzo, y
ligeramente forrado por dentro con plumas o paja. La anidación suele ser
solitaria o en colonias pequeñas, y es menos proclive que la golondrina común a
ocupar pueblos habitados.
Ambos miembros de la pareja
contribuyen tanto a la construcción del nido como a la incubación y
alimentación de las crías. El periodo de cría abarca de abril a septiembre y
efectúa dos o a veces tres puestas anuales, a menudo la primera de ellas antes de que esté
terminado el túnel de acceso al nido. Cada nidada consta de tres a seis huevos
(generalmente cinco), de color blanco, que son incubados durante 14 o 15 días.
Los polluelos se desarrollan en el nido hasta echar a volar a las tres semanas
o algo más; después continúan otro tanto volviendo a dormir al nido junto con
sus progenitores.
No parece tener muchos enemigos
naturales, si bien padece la ocupación de sus nidos por gorriones común y
molinero y por el vencejo cafre, especie esta última a cuya expansión parece
estar contribuyendo.
A nivel global no parece tener grandes problemas de conservación, si bien
la UICN cita como factor de amenaza la competencia de otras especies por sus
nidos. Está catalogada en la “Red List” como “least concern” (preocupación menor); dicha entidad considera
probable que la población mundial esté entre diez y quinientos millones de individuos maduros,
lo cual ciertamente no es afinar mucho. En España está incluida en el Listado
de Especies en Régimen de Protección Especial.
La especie que nos ocupa fue descrita originalmente bajo el género Hirundo, en el cual lo han mantenido la
mayoría de los autores hasta hace pocos años.
El nombre del género, Cecropis,
fue propuesto por Fiedrich Boie en 1826, y por lo visto es el que se daba a una
de las antiguas tribus de Atenas (y por extensión a las mujeres atenienses en
general), supuestamente descendiente de Kékrops, personaje mitológico mitad
hombre y mitad serpiente, sin que se nos alcance qué relación pudo Boie
atribuir a Kékrops ni a su cecrópide estirpe con
las golondrinas.
El epíteto específico, daurica,
alude a la región de Dauria, al este del lago Baikal, de donde procedían los
ejemplares que dieron lugar a la descripción de la especie. En cuanto a la
palabra hirundo, significa
“golondrina” en latín.
miércoles, 27 de junio de 2018
Algo de esperanza
Como ya os venimos contando en anteriores crónicas, la Campaña Aguiluchos de este año está siendo rara. Con un descenso notable de las parejas reproductoras de Aguilucho cenizo y Aguilucho Pálido, está siendo muy difícil poder localizar los escasos nidos entre los campos de cereal que pronto serán cosechados.
Durante la última jornada se localizaron un total de dos nidos de Aguilucho cenizo, con un total de 5 pollos y un huevo. Sin duda, una buena jornada teniendo en cuenta la escasez de este año pese a que el cereal tiene una espesura considerable.
Además, en días posteriores se completó con la localización de un nido de Aguilucho pálido con un total de tres pollos. De los tres pollos, uno lo encontramos muerto en las cercanías del nido y otro fue trasladado al CRAS Las Dunas debido a que se encontraba en estado de caquexia.
Con esta sensación agridulce pero esperanzadora, pues comenzamos a localizar nidos con pollos, seguiremos durante las próximas jornadas, deseando poder localizar el máximo número posible antes de la cosecha. Durante estas semanas, las tormentas como las de la espectacular foto siguiente son nuestros acompañantes en la búsqueda de los nidos.
Durante la última jornada se localizaron un total de dos nidos de Aguilucho cenizo, con un total de 5 pollos y un huevo. Sin duda, una buena jornada teniendo en cuenta la escasez de este año pese a que el cereal tiene una espesura considerable.
Nido de cenizo con tres pollos y un huevo.
Además, en días posteriores se completó con la localización de un nido de Aguilucho pálido con un total de tres pollos. De los tres pollos, uno lo encontramos muerto en las cercanías del nido y otro fue trasladado al CRAS Las Dunas debido a que se encontraba en estado de caquexia.
Cebada y trigo. Autor: Jorge Pérez
Con esta sensación agridulce pero esperanzadora, pues comenzamos a localizar nidos con pollos, seguiremos durante las próximas jornadas, deseando poder localizar el máximo número posible antes de la cosecha. Durante estas semanas, las tormentas como las de la espectacular foto siguiente son nuestros acompañantes en la búsqueda de los nidos.
Campos de cultivo en un día tormentoso. Autor: Joaquín del Castillo
jueves, 14 de junio de 2018
Ave del Mes: Abejaruco europeo
Pertenece el abejaruco europeo a la familia Meropidae, dentro
del orden Coraciiformes, y es la única especie de las más de 20 que componen su
género que podemos ver habitualmente en Europa. Es una especie monotípica, sin
subespecies reconocidas.
Estamos ante un migrador transahariano, que nos visita entre
los meses de abril y septiembre, ocupando todo lo que habitualmente se viene
denominado la “España seca”, allí donde encuentre lugares cortados arenosos
donde anidar.
Enlace al mapa de distribución:
Se trata sin duda de una de las especies de más
vistoso colorido de nuestra ornitofauna, fácilmente localizable –ya que no es ni
escondedizo ni madrugador- tanto en vuelo como posado en ramillas, cables o
alambradas, proclive a asentarse en espacios abiertos, de forma gregaria tanto
para su alimentación como en la anidación, la cual efectúa en el interior una
cámara de cría al fondo de un túnel de hasta 2,5 metros, o de menos de un metro
dependiendo de la dureza del sustrato, que ambos miembros de la pareja excavan
en taludes arenosos (más raramente en el suelo) con el pico, extrayendo la
arena con las patas; la excavación les lleva unos 10 o 15 días y se ha estimado
que extraen en promedio unos 13 kg de arena, el desgaste del proceso les
produce un visible acortamiento del pico que, no obstante, les habrá vuelto a
crecer para el año siguiente.
Presenta una longitud de 27-29 cm y 44 a 49 cm de envergadura.
El dimorfismo sexual es escaso; la hembra
suele tener más plumas verdes mezcladas con el castaño de las alas, aunque se
trata de un carácter variable y no siempre discriminador; los juveniles son de
color verdoso apagado, sin la prolongación de las dos rectrices centrales y con
la banda oscura de la garganta poco o nada apreciable. Tras la muda
postnupcial, los adultos adquieren un plumaje con sus zonas azuladas de una
tonalidad más verdosa que durante la cría.
Se alimenta de insectos,
predominantemente de abejas, si bien parece ser que su consumo no supera el 1 o
el 2% de la población de abejas.
Suele poner, hacia mediados de mayo, unos
4 a 7 huevos en el fondo de la cavidad sin realización de ningún tipo de nido;
son completamente blancos y los dos progenitores los incuban entre 19 y 21 días cada huevo, si bien la
incubación se prolonga durante algún día más, al comenzar antes de completar la
puesta. Elige para la anidación todo tipo de cortados arenosos, tanto en
barrancos fluviales como en trincheras de ferrocarriles o carreteras, desmontes
de canteras o acopios de áridos, siempre que tengan la consistencia suficiente
para no desmoronarse. La profundidad a la que se efectúa la puesta no la hace
del todo invulnerable al saqueo, ya que está documentada
la depredación de huevos por zorros, bastardos, culebras de escalera, lagartos
ocelados y perros asilvestrados.
Si bien es una especie monógama, se dan algunos casos de
bigamia, y es relativamente frecuente que subadultos emparentados colaboren en
la crianza de los polluelos.
A partir de unos 15 días de edad los polluelos desarrollan un
sistema de turnarse para las cebas mediante la agresividad inducida por el
hambre, efectuando constantemente peleas a picotazos en las que uno de ellos
acaba por arrinconar a todos los demás contra el fondo de la cavidad, tras lo
cual se dirige al túnel a recibir varias cebas, hasta que otro más hambriento
le sustituye por el mismo enojoso procedimiento.
No retiran de la cámara de anidación los excrementos ni las
partes quitinosas regurgitadas, por lo que las condiciones de higiene son nulas
y favorecen la aparición de múltiples parásitos; entre ellos, se sabe que el
díptero Carnus hemapterus utiliza el
calor del ave para sincronizar la emergencia de las pupas, en diapausa desde el
año anterior, con la eclosión de los huevos. Por estos motivos, no siempre se
reutilizan las cámaras de unos años para otros.
Se sabe que los túneles abandonados son ocupados por gorriones
chillones, comunes y morunos, carracas, mochuelos y abubillas.
Birdlife Internacional estimó la población europea de 2015 en
2.800.000 a 5.050.000 parejas.
No se conocen tendencias demográficas claras; se cree que la
población mundial podría estar más o menos estabilizada. La especie está
calificada como de “preocupación menor” (least concern) por la Lista Roja de la
UICN.
En la legislación española está incluida en el Listado de
Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial, sin catalogación de
amenaza.
domingo, 10 de junio de 2018
Seguimos en busca de aguiluchos cenizos
Durante las últimas jornadas realizadas dentro de la Campaña Aguiluchos 2018, hemos centrado ya nuestro esfuerzo en la búsqueda de parejas de Aguilucho cenizo y de Aguilucho pálido en los campos de cereal. Como cada año, la búsqueda lleva muchas horas y hay que cargarse de mucha paciencia hasta conseguir dar con un territorio y posteriormente con un nido.
A esta dificultad habitual, tenemos que añadir que este año estamos localizando muy pocas parejas de aguiluchos, tanto de cenizo como de pálido, llegando a sumar únicamente un total de cuatro nidos encontrados, de los cuáles tres son de Aguilucho cenizo y únicamente uno es de Aguilucho Pálido. También se ha localizado un nido de Aguilucho lagunero en cereal. Además, de los tres nidos de cenizo uno de ellos ha fracasado debido a las copiosas precipitaciones de las últimas semanas. Creemos que este factor puede estar retrasando notablemente la reproducción de ambas especies e incluso haga peligrar las primeras puestas realizadas hace algunas semanas. A esto hay que añadir que hemos notado también una disminución de las parejas que ocupaban zonas y territorios de cría habituales otros años.
Aunque todo apuntaba a un año excepcional de cría debido a la espesura y altura con la que el cereal se está desarrollando, parece ser que por motivos que aún no están claros, al menos en la provincia de Salamanca a estas alturas de campaña y con estos resultados, puede deparar en el año con menor número de parejas y nidos localizados de todos cuántos llevamos realizando este proyecto. Cómo se observa en las foto siguiente, también se ha comenzado ya a realizar la cosecha en verde de forraje, situación que en ocasiones también produce la pérdida de nidos de estas aves rapaces.
Parcela de avena cosechada. Autor: Miguel Mangas
Macho de Aguilucho Cenizo. Autor: Miguel Mangas
Pese a estas dificultades continuaremos esforzándonos un año más en localizar la mayor cantidad de parejas y nidos posibles. La jornada de hoy, aunque si bien hemos observado varias parejas de aguilucho pálido y algún macho de aguilucho cenizo, se ha cerrado sin localizar ningún nido, en gran parte, debido a las continuas lluvias que imposibilitaban la observación correcta de las parejas e incluso hacían disminuir notablemente los movimientos de las mismas.
Hembra de Aguilucho cenizo y hábitat de cría típico.
Autor: Miguel Mangas
Por último, si quieres colaborar en la Campaña Aguiluchos, puedes hacerlo a través del Programa de Apadrinamiento o comprando una camiseta. Pincha aquí para más info: Apadrinamiento
También puedes participar como voluntario contactando a través de nuestro correo electrónico seosalamanca@gmail.com
martes, 29 de mayo de 2018
Los Peregrinos que llegaron a Salamanca para quedarse
Desde el Grupo Local de La Sociedad Española de Ornitología, SEO-Salamanca, queremos
comunicar que ya pueden verse en el cielo de Salamanca, junto a Gárgola y
Trueno (sus padres), los tres pollitos que esta temporada han logrado sacar
adelante esta pareja de halcones peregrinos que crían en la torre de la
Catedral Nueva de Salamanca.
El pasado 27 de abril
fueron anillados como cada año hacemos cuando tienen entre dos y tres semanas.
Fotografía del anillamiento de uno de los pollos. Autor: Alberto Hernández
Los aún jovencísimos halcones imitan y siguen estos días con atención las
instrucciones de sus padres y comienzan a especializarse en las técnicas de vuelo
que les convertirán en unos meses en las aves más rápidas del cielo.
Pareja de Halcones peregrinos en la Catedral; Autor: Carlos Aldea
Para nosotros que les
hacemos un continuo seguimiento, desde que en el mes de febrero comienza la
parada nupcial de la pareja, finaliza un periodo emocionante de observación de
estas aves, en el que hemos ido comprobando como la crianza ha seguido su curso
natural y vigilado desde la distancia, que no se produjeran situaciones
evitables que pudieran alterar o incluso arruinar el esfuerzo reproductor de
esta emblemática y escasa especie.
A partir de la primavera del año 2000, cuando SEO-Salamanca en colaboración con el
Ayuntamiento de Salamanca emprendió el proyecto que llamamos “Reintroducción
del Halcón Peregrino en la ciudad de Salamanca”, esta especie ha sobrevolado
cada día el cielo de Salamanca adaptándose con éxito al ambiente urbano y
desarrollando el papel de depredador de aves que ocupa el halcón en los ecosistemas donde está
presente.
Desde que en 2007 volaran Ieronimus y Vega, los primeros pollitos de halcón peregrino
nacidos en la ciudad de Salamanca, cada año una nueva generación de halcones salmantinos
continúan la estirpe de sus progenitores y después de unos meses de aprendizaje
junto a ellos, se
lanzan a la conquista de nuevos cielos donde ellos serán sus más veloces
representantes.
Desde aquí queremos desear suerte y larga vida a estos
jóvenes peregrinos.
Texto entrada:
Carlos Aldea Dorado y Alberto Hernández Romo
(Coordinadores de
este proyecto para SEO-Salamanca)
miércoles, 23 de mayo de 2018
Últimos avances en la Campaña Aguiluchos
Con el calor empezando a hacer acto de presencia, centramos nuestro esfuerzo en la localización de las parejas reproductoras de aguiluchos en cereal, principalmente Aguilucho pálido y Aguilucho cenizo.
Durante las últimas jornadas hemos terminado con la búsqueda de parejas reproductoras de Aguilucho lagunero y hemos localizado ya el primer nido de Pálido con un total de 4 huevos.
Además de estrenarnos en esta temporada con el primer nido en cereal, pudimos observar diversos territorios de cenizo y pálido sin localizar aún sus nidos, tarea que nos ocupará en las próximas jornadas. Entre lo más destacado de la pasada jornada fue la observación de un macho adulto que se anilló con marca alar hace ya tres años y que ha vuelto de nuevo a la misma zona para criar y de otro macho parcialmente melánico.
Durante las últimas jornadas hemos terminado con la búsqueda de parejas reproductoras de Aguilucho lagunero y hemos localizado ya el primer nido de Pálido con un total de 4 huevos.
Hábitat típico de cría de Aguilucho cenizo. Autor: Miguel Mangas
Además de estrenarnos en esta temporada con el primer nido en cereal, pudimos observar diversos territorios de cenizo y pálido sin localizar aún sus nidos, tarea que nos ocupará en las próximas jornadas. Entre lo más destacado de la pasada jornada fue la observación de un macho adulto que se anilló con marca alar hace ya tres años y que ha vuelto de nuevo a la misma zona para criar y de otro macho parcialmente melánico.
Fotografía testimonial de un macho de Aguilucho Pálido con ceba. Autor: Gonzalo Criado
Macho de Aguilucho cenizo con marcas alares con dígito 4K. Autor: Gonzalo Criado
Hemos seguido probando el uso de nueva tecnología, como los drones para la búsqueda de estas especies. Una herramienta muy útil al ser más eficaz y sin la necesidad de entrar en el interior de las parcelas.
Por último, queremos invitaros a visitarnos el próximo sábado en Ornitocyl, la feria del turismo ornitológico de Castilla y León, dónde expondremos nuestra campaña. Podéis consultar más información en el siguiente enlace:
http://www.ornitocyl.es/web/es/
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