Jilguero europeo
Carduelis carduelis (Linnaeus, 1758)
Inglés: European GoldfinchFrancés: Chardonneret élégant
Nuestro jilguero, sirguero, golorito, colorín o cardelina se vino a quedar casi solo en el género Carduelis, después de la desbandada de los verderones, pardillos y lúganos que hasta hace no mucho se incluían en él. “Casi solo”, con la única compañía del verderón serrano (Carduelis citrinella) y el verderón corso (Carduelis corsicana).
Vienen a medir los jilgueros españoles, menores que los de la subespecie típica y asignados a la subespecie Carduelis carduelis parva, unos 12 cm y pesar unos 17 gramos en promedio.
La distribución del jilguero incluye casi toda Europa, la
zona occidental de Asia y el norte de África, incluido Canarias. Se ha introducido
en Australia, Nueva Zelanda, Sudamérica y otros lugares.
| Foto: Carlos A. Ramírez |
| Foto: Carlos A. Ramírez |
Es una especie que en la Península Ibérica podemos ver todas las estaciones, aunque en parte no son todo el año los mismos pájaros. Tanto de los que anidan aquí (de la subespecie C. c. parva), como de los que vienen a invernar desde más al norte (subespecies C. c. carduelis y C. c. britannica), algunos se quedan y otros continúan hasta África.
Tiene poco dimorfismo sexual y no todos los individuos se pueden sexar con seguridad porque el rango de variabilidad se solapa. El criterio más fiable es la máscara roja, que en los machos llega más atrás
del ojo, mientras que en la hembra suele no rebasarlo, o incluso quedarse a mitad del ojo. También suele tener la hembra el negro de la cabeza menos intenso. Los juveniles carecen de dibujo en la cabeza, pero tienen las bandas amarillas
de las alas bien conspicuas, lo que los hace inconfundibles desde volantones.
| Foto: Carlos A. Ramírez |
| Foto: Miguel Mangas |
| Foto: Carlos A. Ramírez |
Desde antiguo se ha capturado por su canto y belleza para su tenencia y cría en cautividad, desarrollando líneas seleccionadas por sus virtudes melódicas y las mutaciones de su plumaje, e hibridándolo con canarios, verdecillos, verderones, pardillos y hasta camachuelos y cardenalitos de Venezuela.
| Foto: Vega Bermejo |
| Foto: Vega Bermejo |
El Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección especial
no lo incluye en su ámbito de protección, pero la práctica del silvestrismo
viene entendiéndose prohibida desde 2018 en virtud de interpretaciones,
sentencias y amenazas de sanciones a los países renuentes derivadas de la
Directiva de Aves. Aunque en comparación con la pérdida de hábitat y de fuentes
de alimentación por la intensificación agrícola y los desbroces masivos de
solares, cunetas y descampados, lo del silvestrismo no deja de ser un poco
echarle la culpa al empedrado.
| Foto: Carlos A. Ramírez |
De la palabra silybum, que los latinos heredaron del griego, y
hoy usa la nomenclatura científica para designar el
género del cardo
mariano o lechero, parece ser que viene derivando la española sirguero o silguero, y de ésta
jilguero, según el Diccionario de la Lengua de la Real Academia Española,
aunque no han faltado autores, como Corominas o Menéndez Pidal, que las suponían
procedentes de sirgo, nombre, derivado del latín sericum, que se da a artículos
de seda de colores vistosos como los del jilguero.
La especie de nuestro jilguero fue descrita por Linneo en la X edición del Systema Naturae bajo la denominación de Fringilla carduelis. Esta última palabra la usaban ya los clásicos para designar al jilguero, y deriva de carduus, con la desinencia -elis, indicadora de pertenencia o afinidad, en clara alusión a la avidez de nuestro protagonista por las semillas de los cardos. El género Carduelis fue propuesto por Brisson en 1960.
| Foto: Vega Bermejo |
https://youtube.com/shorts/2Gp7PEL1fWI?si=Ct3URFmVhpO0IV34



No hay comentarios:
Publicar un comentario