miércoles, 27 de junio de 2018

Algo de esperanza

Como ya os venimos contando en anteriores crónicas, la Campaña Aguiluchos de este año está siendo rara. Con un descenso notable de las parejas reproductoras de Aguilucho cenizo y Aguilucho Pálido, está siendo muy difícil poder localizar los escasos nidos entre los campos de cereal que pronto serán cosechados.

Durante la última jornada se localizaron un total de dos nidos de Aguilucho cenizo, con un total de 5 pollos y un huevo. Sin duda, una buena jornada teniendo en cuenta la escasez de este año pese a que el cereal tiene una espesura considerable.


Nido de cenizo con tres pollos y un huevo. 

Además, en días posteriores se completó con la localización de un nido de Aguilucho pálido con un total de tres pollos. De los tres pollos, uno lo encontramos muerto en las cercanías del nido y otro fue trasladado al CRAS  Las Dunas debido a que se encontraba en estado de caquexia.


Cebada y trigo. Autor: Jorge Pérez

Con esta sensación agridulce pero esperanzadora, pues comenzamos a localizar nidos con pollos, seguiremos durante las próximas jornadas, deseando poder localizar el máximo número posible antes de la cosecha. Durante estas semanas, las tormentas como las de la espectacular foto siguiente son nuestros acompañantes en la búsqueda de los nidos.


Campos de cultivo en un día tormentoso. Autor: Joaquín del Castillo

jueves, 14 de junio de 2018

Ave del Mes: Abejaruco europeo


Pertenece el abejaruco europeo a la familia Meropidae, dentro del orden Coraciiformes, y es la única especie de las más de 20 que componen su género que podemos ver habitualmente en Europa. Es una especie monotípica, sin subespecies reconocidas.
Estamos ante un migrador transahariano, que nos visita entre los meses de abril y septiembre, ocupando todo lo que habitualmente se viene denominado la “España seca”, allí donde encuentre lugares cortados arenosos donde anidar.
Enlace al mapa de distribución:


Se trata sin duda de una de las especies de más vistoso colorido de nuestra ornitofauna, fácilmente localizable –ya que no es ni escondedizo ni madrugador- tanto en vuelo como posado en ramillas, cables o alambradas, proclive a asentarse en espacios abiertos, de forma gregaria tanto para su alimentación como en la anidación, la cual efectúa en el interior una cámara de cría al fondo de un túnel de hasta 2,5 metros, o de menos de un metro dependiendo de la dureza del sustrato, que ambos miembros de la pareja excavan en taludes arenosos (más raramente en el suelo) con el pico, extrayendo la arena con las patas; la excavación les lleva unos 10 o 15 días y se ha estimado que extraen en promedio unos 13 kg de arena, el desgaste del proceso les produce un visible acortamiento del pico que, no obstante, les habrá vuelto a crecer para el año siguiente.


Presenta una longitud de 27-29 cm y 44 a 49 cm de envergadura.
El dimorfismo sexual es escaso; la hembra suele tener más plumas verdes mezcladas con el castaño de las alas, aunque se trata de un carácter variable y no siempre discriminador; los juveniles son de color verdoso apagado, sin la prolongación de las dos rectrices centrales y con la banda oscura de la garganta poco o nada apreciable. Tras la muda postnupcial, los adultos adquieren un plumaje con sus zonas azuladas de una tonalidad más verdosa que durante la cría.
Se alimenta de insectos, predominantemente de abejas, si bien parece ser que su consumo no supera el 1 o el 2% de la población de abejas.
Suele poner, hacia mediados de mayo, unos 4 a 7 huevos en el fondo de la cavidad sin realización de ningún tipo de nido; son completamente blancos y los dos progenitores los incuban  entre 19 y 21 días cada huevo, si bien la incubación se prolonga durante algún día más, al comenzar antes de completar la puesta. Elige para la anidación todo tipo de cortados arenosos, tanto en barrancos fluviales como en trincheras de ferrocarriles o carreteras, desmontes de canteras o acopios de áridos, siempre que tengan la consistencia suficiente para no desmoronarse. La profundidad a la que se efectúa la puesta no la hace del todo invulnerable al saqueo, ya que está documentada la depredación de huevos por zorros, bastardos, culebras de escalera, lagartos ocelados y perros asilvestrados.
Si bien es una especie monógama, se dan algunos casos de bigamia, y es relativamente frecuente que subadultos emparentados colaboren en la crianza de los polluelos.
A partir de unos 15 días de edad los polluelos desarrollan un sistema de turnarse para las cebas mediante la agresividad inducida por el hambre, efectuando constantemente peleas a picotazos en las que uno de ellos acaba por arrinconar a todos los demás contra el fondo de la cavidad, tras lo cual se dirige al túnel a recibir varias cebas, hasta que otro más hambriento le sustituye por el mismo enojoso procedimiento.


No retiran de la cámara de anidación los excrementos ni las partes quitinosas regurgitadas, por lo que las condiciones de higiene son nulas y favorecen la aparición de múltiples parásitos; entre ellos, se sabe que el díptero Carnus hemapterus utiliza el calor del ave para sincronizar la emergencia de las pupas, en diapausa desde el año anterior, con la eclosión de los huevos. Por estos motivos, no siempre se reutilizan las cámaras de unos años para otros.  Se sabe que los túneles abandonados son ocupados por gorriones chillones, comunes y morunos, carracas, mochuelos y abubillas.
Birdlife Internacional estimó la población europea de 2015 en 2.800.000 a 5.050.000 parejas.
No se conocen tendencias demográficas claras; se cree que la población mundial podría estar más o menos estabilizada. La especie está calificada como de “preocupación menor” (least concern) por la Lista Roja de la UICN.
En la legislación española está incluida en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial, sin catalogación de amenaza.

domingo, 10 de junio de 2018

Seguimos en busca de aguiluchos cenizos

Durante las últimas jornadas realizadas dentro de la Campaña Aguiluchos 2018, hemos centrado ya nuestro esfuerzo en la búsqueda de parejas de Aguilucho cenizo y de Aguilucho pálido en los campos de cereal. Como cada año, la búsqueda lleva muchas horas y hay que cargarse de mucha paciencia hasta conseguir dar con un territorio y posteriormente con un nido. 

A esta dificultad habitual, tenemos que añadir que este año estamos localizando muy pocas parejas de aguiluchos, tanto de cenizo como de pálido, llegando a sumar únicamente un total de cuatro nidos encontrados, de los cuáles tres son de Aguilucho cenizo y únicamente uno es de Aguilucho Pálido.  También se ha localizado un nido de Aguilucho lagunero en cereal. Además, de los tres nidos de cenizo uno de ellos ha fracasado debido a las copiosas precipitaciones de las últimas semanas. Creemos que este factor puede estar retrasando notablemente la reproducción de ambas especies e incluso haga peligrar las primeras puestas realizadas hace algunas semanas. A esto hay que añadir que hemos notado también una disminución de las parejas que ocupaban zonas y territorios de cría habituales otros años. 

Aunque todo apuntaba a un año excepcional de cría debido a la espesura y altura con la que el cereal se está desarrollando, parece ser que por motivos que aún no están claros, al menos en la provincia de Salamanca a estas alturas de campaña y con estos resultados, puede deparar en el año con menor número de parejas y nidos localizados  de todos cuántos llevamos realizando este proyecto. Cómo se observa en las foto siguiente, también se ha comenzado ya a realizar la cosecha en verde de forraje, situación que en ocasiones también produce la pérdida de nidos de estas aves rapaces.



Parcela de avena cosechada. Autor: Miguel Mangas



Macho de Aguilucho Cenizo. Autor: Miguel Mangas


Pese a estas dificultades continuaremos esforzándonos un año más en localizar la mayor cantidad de parejas y nidos posibles. La jornada de hoy, aunque si bien hemos observado varias parejas de aguilucho pálido y algún macho de aguilucho cenizo, se ha cerrado sin localizar ningún nido, en gran parte, debido a las continuas lluvias que imposibilitaban la observación correcta de las parejas e incluso hacían disminuir notablemente los movimientos de las mismas.




Hembra de Aguilucho cenizo y hábitat de cría típico.
Autor: Miguel Mangas

Por último, si quieres colaborar en la Campaña Aguiluchos, puedes hacerlo a través del Programa de Apadrinamiento o comprando una camiseta. Pincha aquí para más info: Apadrinamiento

También puedes participar como voluntario contactando a través de nuestro correo electrónico seosalamanca@gmail.com