jueves, 4 de octubre de 2012

Espátulas en Riolobos

     Hace unos días, el compañero y amigo Delfín González (Madrid Gull Team) pasó por "nuestro" Azud de Riolobos y pudo leer tres anillas de espátula (Platalea leucorodia), lo que me dio por ver qué teníamos registrado de estos, cuanto menos, curiosos animales. En 2006 Juan José Ramos y Antonio Ceballos hicieron un estudio sobre el paso de espátula común en el Azud de Riolobos, reflejado en: Blanco, M. (Ed.). 2007. Anuario Ornitológico de la provincia de Salamanca, 2004-2006. SEO-Salamanca.

Espátula común, juvenil, Azud de Riolobos Nov03
     Por nuestras latitudes la especie se comporta como estival y migrador. En España se reproduce principalmente en Extremadura y sobre todo en las provincias andaluzas de Huelva, Sevilla y Cádiz. Los individuos migradores, están en tránsito entre sus zonas de cría en Holanda y Francia y sus lugares de invernada en el sur de la Península Ibérica y distintos humedales africanos. En el Azud de Riolobos se han podido leer completa y correctamente un total de 30 individuos marcados, los cuales 29 procedían de Holanda y el discordante de la Loira francesa.

     Como notas curiosas, tenemos el registro de un individuo marcado que en un día recorrió 1078 kilómetros. En cuanto a la edad, la espátula más longeva de las registradas aquí es un bicho controlado 13 años después de haber sido marcada. La máxima concentración de la que tenemos noticia en el Azud de Riolobos, y por lo tanto en la provincia de Salamanca es de un bando de 115 individuos en septiembre de 2003 (Ángel González).



     El estudio de Ramos y Ceballos pone de manifiesto que el paso postnupcial es mucho más abundante que el prenupcial. Durante ese año, se constató un paso persistente durante 10 meses (con la excepción de febrero y diciembre). Estiman que en el paso prenupcial pasaron un total de 57 individuos diferentes, mientras que en el postnupcial fue de 271 ejemplares diferentes.
 
     Parece obvia la importancia de nuestro humedal en la biología de esta especie, como punto de paso, sedimentación y alimentación, conectando una imaginaria ruta migratoria entre Santoña, La Nava, Villafáfila, con los embalses extremeños y posteriormente los humedales andaluces.

     Estas cosas nos dan las fuerzas necesarias para seguir luchando en la defensa de este humedal.

Miguel Blanco Sol.

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