lunes, 22 de mayo de 2023

AVE DEL MES mayo 2023

 

Pájaro moscón europeo

Remiz pendulinus (Linnaeus, 1758)

Ing.: Penduline Tit

Fr: Mésange rémiz


Foto: Carlos A. Ramírez


Este mes hablamos de un pequeño pajarillo de unos 10 cm de largo y apenas unos 10 gramos, amigo de sotos y carrizales, por los que se mueve y columpia con ademanes parecidos a los de los páridos, con los que otrora compartió familia taxonómica, si bien en la actualidad la antigua subfamilia de los remizinos está elevada a rango de familia independiente.

Se encuentra nuestro protagonista ampliamente distribuido por Europa y Asia suroccidental, y es sedentario en nuestras latitudes, y migradoras las poblaciones septentrionales, que se refugian de en las zonas mediterráneas y sur de Asia de los rigores invernales.

Es un pequeño insectívoro que complementa su dieta con pequeñas semillas de sauces , eneas, chopos o carrizos.


Elabora unos característicos nidos colgantes y bursiformes, con un túnel de entrada, siempre asociados a masas de agua ya sea corriente o estancada, suspendidos de alguna rama o incluso en ocasiones de eneas o carrizos. Es el macho el que realiza la mayor parte de la construcción de uno o varios nidos con los que intenta atraer a las hembras, que son las que al parecer efectúan los últimos remates; realizan la estructura con fibras vegetales y con lana si la encuentran, y los forran con las semillas algodonosas de sauces, chopos o espadañas.

El tamaño de puesta suele ser de 5 a 8 huevos, y viene a durar dos semanas escasas la incubación, y dos semanas largas el crecimiento de los polluelos hasta su salida del nido.

Tiene un comportamiento reproductor curioso, en cuanto que practica tanto la poliginia como la poliandria, de modo y manera que cada miembro de la pareja intenta abandonar al otro cargándole con todo el trabajo de la incubación y cría, por el sistema de “tonto el último”, para intentar encontrar nuevas parejas, con la consecuencia de que cada puesta la suele incubar y criar únicamente uno de los progenitores, que puede ser tanto el macho como la hembra. No obstante, existen estudios que apuntan a que son los machos los que más a menudo tienen éxito en su pretensión de escaquearse, por la ventaja que les da el hecho que la fecundación termine antes que la puesta; ventaja que al parecer las hembras intentan minorar escondiendo los huevos, enterrándolos en el mullique del interior del nido, lo cual dificulta al macho reconocer el momento óptimo para la deserción, así como abandonando las hembras al cuidado del macho puestas incompletas. En resumidas cuentas, parece ser que son más los nidos abandonados por los machos que por las hembras, y que un considerable porcentaje de nidos son abandonados por ambos progenitores. Puede obtenerse más información en http://www.eeza.csic.es/Documentos/Publicaciones/Valeraetal.1997.BehavEcol.pdf

En todo caso, no parece que la desatención de nidos conlleve una grave penalización en términos de demografía de la especie, dado que su tendencia ha venido siendo expansiva en las últimas décadas.

La Lista Roja de la UICN le asigna la categoría de “least concern”, que es tanto como considerarlo no amenazado, y estima en su última revisión de 2019 una población total de 1.400.00 adultos. Por su parte el Listado Español de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial, lo incluye como "de interés especial", sin catalogar como amenazada.

 La especie fue descrita por Linneo en 1758 bajo el nombre de Motacilla pendulina, aludiendo el el epíteto específico pendulina al nido colgante; el nombre genérico le fue asignado en 1819 por el polaco Feliks Pawel Jarocki, y es el mismo nombre que en este idioma recibe el pájaro moscón.

 

 

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