domingo, 15 de septiembre de 2013

Jornada de anillamiento

     Como en otras ocasiones, hoy os cuento una nueva jornada de anillamiento, en este caso con los alumnos de uno del colegio del Villar de Gallimazo.

Vicente dando las explicaciones a los chavales (con la cara pixelada como manda la ley).
     Seguimos firmemente convencidos de que una actividad científica como es el anillamiento es una potente herramienta en el ámbito de la educación ambiental.

     En este caso, un colegio rural con pocos alumnos nos permite un control sencillo sobre los niños, para que la actividad funcione correctamente.

     Esta jornada es parte de una actividad que realizamos a final de curso, con la que pretendíamos acercar el mundo de las aves a estos pequeños. La meteorología nos impidió realizar el anillamiento, que ahora, aprovechando el paso postnupcial hemos llevado a cabo.


     En este tipo de jornadas no no se busca un gran número de capturas, más bien lo que interesa es que hay una pequeña variedad de especies que les permita a los chavales poder ver las diferencias entre ellas y cómo se manejan, además de recibir las explicaciones de para qué sirve el anillamiento científico




     Por la época, la especie más abundante fue la del papamoscas cerrojillo, pero no faltaron a la cita currucas zarceras y mosquiteras, mirlos, petirrojos o herrerillos entre otros.

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