lunes, 5 de agosto de 2013

Topillos, venenos y rapaces.

     Durante nuestras últimas salidas al campo dentro de la Campaña de Aguiluchos de este año, hemos detectado al menos dos busardos ratoneros (Buteo buteo) muertos en la zona donde ya hubo un envenenamiento bastante importante de rapaces hace unos meses.

Restos de busardo localizado en la zona de estudio.

     Como no hace falta ser muy sagaz para relacionar unos acontecimientos con otros, además de interponer las correspondientes denuncias ante el SEPRONA, nos lanzamos a iniciar un pequeño proyecto piloto en Ventosa de Rio Almar para la instalación de posaderos para rapaces, en un camino donde se han detectado bastantes huras de topillo campesino (Microtus arvalis).

     Hemos pedido permiso para poner en las cunetas de esas tierras, unos posaderos para rapaces diurnas y nocturnas, básicamente lo que hemos hecho ha sido colocar unos postes de madera de unos dos metros de altura, para facilitar a busardos, cernícalos y lechuzas principalmente, el acecho y captura de estos animales que tanto daño causan en las cosechas cuando llegar a ser considerados plaga.
Voluntarios colocando los postes.

     Con una primavera como la que hemos tenido y un verano como el que estamos teniendo es más que probable que llegue a crecer mucho la población de topillo así que hemos hecho la primera prueba en Salamanca de algo que ya vienen haciendo colegas nuestros de GREFA en Valladolid, Palencia y Zamora.

     Los posaderos son una ayuda para los depredadores naturales de esta especie, en lugares donde no existen ni postes ni lugares naturales que son los que utilizan las rapaces como oteadero de caza y hacen que las poblaciones se estabilicen y remitan a corto plazo cuando hay plagas y que cuando no las hay se mantengan dentro de los parámetros normales y eviten una explosión demográfica elevada. 

     Esto es lo que pasa en la comarca de Campos de Alba e incluso en Las Villas y por eso esta primera experiencia piloto, nos servirá para valorar si los resultados son positivos o no, y continuar con el proyecto si vemos que los resultados nos acompañan.
El resultlado, con los postes siguiendo el camino.

     Una lechuza, por ejemplo, puede comer del orden de 4 ó 5 topillos diarios, si extrapolamos los datos, podemos decir que cada familia de lechuzas, en un verano, se puede haber comido fácilmente entre 1500 y 2000 topillos, lo que hace que sean de los rodenticidas más eficaces y más baratos de nuestro campo.

     Muchos nos tememos que lo de los dos busardos muertos, sea porque los agricultores estén echando veneno del sobrante de las ingentes cantidades que la Junta de Castilla y León distribuyó gratuitamente durante la última plaga. A ver si entre todos somos capaces de educar ambientalmente a nuestros hombres y mujeres del campo y sobre todo a sus hijos, para que tengamos un futuro sin tantos productos nocivos en nuestra provincia.

Se colocaron de mañana, por la tarde ya estaban siendo utilizados, fuente Naturameteo.


Texto: Manuel Lorenzo.
Fotos: Gonzalo Criado, Miguel Blanco, Manuel Miguel.

3 comentarios:

  1. ¡Fenomenal!
    Estáis en todo y donde se os necesita.
    Esos ratoneros ya os están dando las gracias con el uso y disfrute de los postes colocados, los agricultores por los topillos cazados y nosotros por la lectura de buenas noticias que hoy día brillan por su ausencia.
    Un saludo de 'Ojolince y sra.'

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  2. Excelente trabajo.DE largo recorrido......felicidades!!
    Ojala algun dia esos hijos coloquen ellos mismos los postes por cultura propia.
    Saludos camperos!

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