sábado, 15 de diciembre de 2012

Festival de las Grullas en Extremadura 2012


     El pasado día 1 de diciembre decidí acercarme con unos amigos a Navalvillar de Pela con el objetivo de conocer y disfrutar el festival de las grullas que organiza la junta de Extremadura en esta localidad de la provincia de Badajoz.

    Extremadura es la principal área de invernada para las grullas comunes europeas que realizan la migración siguiendo la ruta occidental. Unos 80.000 individuos eligen esta región para pasar el invierno, eso supone entre un 30 y un 40% de la población europea occidental y más de la mitad de la población española, cifrada en algo más de 150.000 grullas. 


     La posibilidad de encontrar abundante alimento, unida a la existencia de numerosas zonas húmedas que sirven de refugio y a las temperaturas moderadas del invierno extremeño proporcionan a estas aves un hábitat óptimo para pasar los meses invernales. Considerando conjuntamente las áreas de campeo, de alimentación y los dormideros, se estima que la superficie ocupada por esta especie estaría en torno a 1.835.000 ha, lo que representa el 44% de la superficie de la región. Se trata, por tanto, de una especie que puede observarse con facilidad en gran parte del territorio extremeño.

Con estas expectativas y muchas ganas de verlas, salimos de Mérida, donde habíamos pernoctado, en un autobús gratuito que la organización de este evento ponía a nuestra disposición con el solo requisito de una inscripción previa en la web de Birdinginextremadura. Después de recoger a algún "grullero" más por las localidades de Don Benito y Villanueva, llegamos al parque periurbano de Moheda Alta en Navalvillar de Pela. 


     Allí nos encontramos con nuestros colegas del hospital de fauna silvestre AMUS y los de la asociación naturalista ANSER, así como a los compañeros del Grupo Local SEO-Badajoz con los que cruzamos varias conversaciones referentes a estos visitantes invernales que como cada año acudían fieles a su cita después de recorrer 4000 kilómetros atravesando media Europa para llegar hasta nuestras latitudes.

     Yasmina, Natalia, Manolo, Juan Pablo...todos ellos nos aconsejaron cuales eran los mejores recorridos, nos invitaron a las actividades para los pequeños que nos acompañaban y nos hicieron sentir como en casa, por lo que nos podemos tener más que palabras de agradecimiento para ellos. 


     Tuvimos cuentacuentos, teatro, folclore regional, talleres infantiles de todo tipo y hasta un espectáculo de circo. Además estuvimos en los observatorios del parque, nos dimos un paseo por la magnífica dehesa de encinares y vimos un sinfín de aves pasando por encima de nuestras cabezas durante todo el mañana. 


     A las 15,30h y después de habernos comido unas migas extremeñas y un hornazo, nos montamos de nuevo en el autobús para asistir a una visita guiada (también gratuita) en busca de un lugar más tranquilo para el avistamiento de grullas. El lugar elegido era el pueblo de los Gadalperales y allí llegamos con la intención de avistar en sus cercanías los grandes bandos que se ven con frecuencia por la zona. En esta ocasión no tuvimos mucha suerte y solamente pudimos ver a lo lejos, grupitos pequeños de grullas descansando en los maizales recién cosechados. Posiblemente no fuera el mejor día para ver grullas en la zona dado el gran número de visitantes distribuidos por la zona, con las consiguientes molestias que eso ocasiona involuntariamente.


     En hora y media regresamos al centro de interpretación del parque y con cierta desilusión por no haber cumplido todos los objetivos, nos despedimos de nuestros amigos extremeños y pusimos rumbo a nuestro destino en Mérida para descansar tras el largo día en el campo. 

Texto y fotos: Manuel Lorenzo

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