El pasado sábado, día 24, por la tarde me acerqué en compañía de 2 amigos, Paco Piñuela y Manolo López a la laguna del Cristo, en Aldehuela de Yeltes. ¡Cómo pasa el tiempo!. Casi un año hacía que no iba por allí, y la verdad, pocas veces falla este humedal en medio del mar de encinas del Campo Charro. Cielo gris, viento, una lluvia intermitente y una luz tan pobre, … Pero allí estábamos, con el telescopio recorriendo la lámina de agua, grandes números de azulones, entre los que se encontraba algún ánade friso, alguna cerceta común y algún cuchara, patos que siempre gusta ver. Al borde de los carrizos, bucea un zampullín chico y alguna tímida polla de agua nada nerviosa tratando de pasar desapercibida, … pero no lo consigue. En la orilla, escondidas por su quietud y por unos sauces vemos 2 garzas reales.
Pero lo mejor se encuentra en una orilla solitaria: la silueta blanca y gris de un limícola. Estamos ante el objetivo de esta excursión: un falaropo picogrueso (Phalaropus fulicarius). Y si, esta excursión tenía este objetivo porque, todo hay que decirlo, veníamos avisados. El pasado miércoles, los amigos Guillermo Hernández y Vicente López localizaron aquí 4 individuos de esta especie, y el amigo Pablo García ya localizó sólo un ave el viernes. Animado, sobre todo porque era la segunda vez que podría ver esta especie, y porque hacía mucho tiempo que no venía por aquí, nos animamos a venir. Emoción y rabia. Emoción por ser mi segundo encuentro con esta especie y la primera vez de mis amigos. Rabia, porque la luz es realmente mala, porque el bicho está nervioso porque se oyen cerca disparos de escopeta y la inquietud de las aves de la laguna es contagiosa. Lo vemos caminar con el agua hasta los tarsos, picoteando en la superficie algún invertebrado y apreciamos su plumaje. La luz es mala pero me parece detectar alguna pluma del dorso que indica que está terminando de cambiar su plumaje juvenil. No lo sé. De repente se levanta un bando de 25 agachadizas comunes precedidas de ese chasquido tan característico. 25 agachadizas que estaban en la orilla, a su lado y que no habíamos reparado en ellas. El falaropo vuela y dando varias vueltas sobre la lámina de agua y nos permite ver sus patrones alares en blanco y negro, su vuelo que tiene un algo de ave marina. Y la noche y la lluvia nos caen encima más rápido de lo que querríamos.
Pero lo mejor se encuentra en una orilla solitaria: la silueta blanca y gris de un limícola. Estamos ante el objetivo de esta excursión: un falaropo picogrueso (Phalaropus fulicarius). Y si, esta excursión tenía este objetivo porque, todo hay que decirlo, veníamos avisados. El pasado miércoles, los amigos Guillermo Hernández y Vicente López localizaron aquí 4 individuos de esta especie, y el amigo Pablo García ya localizó sólo un ave el viernes. Animado, sobre todo porque era la segunda vez que podría ver esta especie, y porque hacía mucho tiempo que no venía por aquí, nos animamos a venir. Emoción y rabia. Emoción por ser mi segundo encuentro con esta especie y la primera vez de mis amigos. Rabia, porque la luz es realmente mala, porque el bicho está nervioso porque se oyen cerca disparos de escopeta y la inquietud de las aves de la laguna es contagiosa. Lo vemos caminar con el agua hasta los tarsos, picoteando en la superficie algún invertebrado y apreciamos su plumaje. La luz es mala pero me parece detectar alguna pluma del dorso que indica que está terminando de cambiar su plumaje juvenil. No lo sé. De repente se levanta un bando de 25 agachadizas comunes precedidas de ese chasquido tan característico. 25 agachadizas que estaban en la orilla, a su lado y que no habíamos reparado en ellas. El falaropo vuela y dando varias vueltas sobre la lámina de agua y nos permite ver sus patrones alares en blanco y negro, su vuelo que tiene un algo de ave marina. Y la noche y la lluvia nos caen encima más rápido de lo que querríamos.
Falaropo picogrueso. Acuarela. Autor: Juan José Ramos. |
Listado de especies observadas:
Zampullín común (Tachybaptus ruficollis): 1 aves.
Garza real (Ardea cinerea): 2 aves.
Ánade azulón (Anas plathyrhynchos): 550 aves.
Ánade friso (Anas strepera): 12 aves.
Cuchara europeo (Anas clypeata): 6 aves.
Cerceta común (Anas crecca): 4 aves.
Milano real (Milvus milvus): 1 ave.
Gavilán (Accipiter nisus): 1 ave.
Aguilucho pálido (Circus cyaneus): 1 ave.
Gallineta común (Gallinula chloropus): 2 aves.
Correlimos común (Calidris alpina): 6 aves.
Agachadiza común (Gallinago gallinago): 25 aves.
Falaropo picogrueso (Phalaropus lobatus): 1 ave.
Martín pescador (Alcedo atthis): 1 ave.
Bisbita común (Anthus pratensis): común en las orillas de la laguna.
Lavandera blanca (Motacilla alba): común en las orillas de la laguna.
Estornino negro (Sturnus unicolor): abundante en la zona.
Juan José Ramos Encalado.
El pasado día 2 de diciembre, una semana después y con la laguna medio helada conté:
ResponderEliminarGarza real (Ardea cinerea): 3 aves
Ánade azulón (Anas plathyrhynchos): 450 aves
Ánade friso (Anas strepera): 10 aves
Cerceta común (Anas crecca): 6 aves
Milano real (Milvus milvus): 1 ave
Grulla (Grus grus): 4 aves
Correlimos común (Calidris alpina): 6 aves
Archibebe claro (Tringa nebularia): 1 ave
Bisbita común (Anthus pratensis): común en las orillas de la laguna
Lavandera común (Motacilla alba): común en las orillas de la laguna.
Zorzal charlo (Turdus viscivorus): algún ave.
Rabilargo (Cyanopica cyaneus): algún ave.
Estornino negro (Sturnus unicolor): abundante en la zona.